Resulta que cuando un paciente está severamente deshidratado,
a veces se administra una solución salina que se inyecta directamente en el
torrente sanguíneo para reemplazar a los líquidos y electrolitos. Sin embargo,
en raras ocasiones en las que no se dispone de una debida solución salina
médica, el agua de coco, con su composición de azúcar, sodio, potasio y demás
electrolitos, puede utilizarse como sustituto a corto plazo del plasma
sanguíneo en circunstancias extremas.